Y los hombres se encontraron con su cuerpo,
Agonizando su impotencia, se quebraron.
Ya las noches no eran vistas como propias,
Ni los horizontes como metas.
(Girando a su alrededor, las hojas seguían volando).
Se hundían entre rosedales, en torno a una invisible soledad.
Desvaneciendo sus almas entre risas ajenas, quitaron las cadenas.
Haciéndose inertes y sin tiempos, quedaron contemplando,
Los himnos de la libertad.
p.g
lunes, 6 de agosto de 2007
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1 comentario:
me encantó gurí...
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