Manifiesto

_Lo que quiero compartir desde acá, ínfimo punto en el universo, es tan sólo un silencio, un instante de tranquilidad. Es un detenerse a disfrutar. Es mirarnos. Es hacer un paseo por nuestro cuerpo y darle espacio a que se exprese. Es observar que hay infinitas huellas que nos construyen, como bloques, una sobre otra. Improntas que nos hicieron lo que somos, de las que cada libro, cada día, cada pena, cada angustia, cada alegría, cada color, cada esperanza, cada sueño, cada idea, cada abrazo, cada golpe; aportan desde su lugar, para que su luz brille afuera. Son estas impresiones las que pujan por afirmarse y dan forma a nuestra percepción. Es el pasado queriendo aflorar, para contribuir al hoy.
_Son millones las formas, ruidos, colores y olores, que nuestros ojos, nariz, oídos y toda nuestra anatomía, reciben y hacen de los días una realidad, la nuestra. Generan sensaciones que modifican nuestro andar. Son el porque de lo que hacemos, la esencia.
_Abrámosle un canal, dejemos que circulen libres, que no se estanquen. Eliminemos las barreras esas que nos impiden entrar a lugares a los que deseamos. Abrámosle paso a un cuerpo que se comunique sin medir apariencias.
_Nosotros, hombres y mujeres, que sumergidos en rutinas tantas veces infranqueables, nos olvidamos de quienes somos, para adoptar otras formas, ajenas a nuestra esencia. Formas que se apoderan de nuestro cuerpo y pretenden quedarse con él. Lo maltratan.
_Nosotros, que transitamos por senderos tan angostos, y en los que surcando amplios campos, nos hacinamos. Apretándonos todos por un fin incierto, tratando de sobresalir. Regalémonos soltura, que es la necesidad, un cuerpo libre, que se exprese, que no tenga mas peso sobre el pecho que el del aire. Que sin culpas se deje ser, y de a luz a sus ideas.
_Propongo que nos desviemos, que disfrutemos del hacer nuestra huella. “No hay camino, se hace camino al andar”. Somos vidas separadas, las que sólo el azar distancia, o une. El nacer, una casualidad. Sólo el morir es real. Vivir es una suerte, disfrutémoslo.
_Sintamos lo que nos rodea y que ello exista. Comuniquémonos, es el cuerpo todo el que toca, mira y oye. Miles de herramientas son las que tenemos para expresarnos y decir quiénes somos. Demos a conocer lo que pensamos. Compartámonos. Tenemos un cuerpo que es increíblemente dócil, transformable, con él podemos hacer cosas que jamás nos creímos capaces. No ocultemos lo que somos, que el lenguaje de nuestra naturaleza se oiga. Que entre en contacto con el mundo, donde todos, la naturaleza y su gente, vivamos en comunión.

Santiago "tato" Clavijo